Educándonos | CAMPAMENTO DE ENCISO – ABRIL DE 2015
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CAMPAMENTO DE ENCISO – ABRIL DE 2015

LIBRETOENCISO

02 May CAMPAMENTO DE ENCISO – ABRIL DE 2015

P { margin-bottom: 0.21cm; }A:linkLos
pasados 8, 9 y 10 de abril, un nutrido grupo de jóvenes del programa
Educándonos de la Fundación Pioneros, tuvo la oportunidad de
participar en el campamento denominado «Larga Vida al Mundo
Rural» que se desarrolló en Enciso, municipio de la comunidad
autónoma de La
Rioja
, cercano al límite con Soria.
Está atravesado por el río
Cidacos
. Como curiosidad destacable, existen más de 3000
icnitas de dinosaurio. Cuenta con un centro paleontológico que ayuda
a conocer como se formaron las icnitas de dinosaurio en La Rioja y a
que especies pertenecían.

El
objetivo principal del mismo ha girado entorno a los valores y al
reconocimiento de todos aquellos elementos (las personas, el paisaje,
la riqueza cultural,etc) que tienen que ver con el contexto rural como
pieza fundamental del desarrollo local y regional de nuestra
comunidad.
Muchas
veces pasa inadvertida la importancia que se merece todo lo
relacionado con la vida y el progreso de los pueblos de las zonas
rurales. Sobre todo para la gente jóven que no conoce esta realidad por que no ha
tenido la oportunidad de acercarse a esos lugares y de conocer otros
oficios que no sean los que vemos en la ciudad.

El campamento ha estado lleno de momentos para el aprendizaje, el esparcimiento y la diversión.

El taller de fabricación de queso artesanal nos acercó a un viejo oficio que aún se sigue haciendo en los pueblos. Ninguno de nosotros sabía cómo fabricar queso artesanalmente y en este campamento hemos aprendido a hacerlo gracias a Ramiro Palacios, el cual nos enseñó el proceso y los ingredientes básicos necesarios para su elaboración.

Cuando
se conocen un poco más las cosas, su modo de obtención o
fabricación y de cómo los artículos, muchos de ellos, de consumo
diario, llegan a las estanterías de los supermercados cambia la
percepción que tenemos de ellos.
O
cuando te cuentan cómo un pueblo deja de serlo por que sus
habitantes un día deciden ir marchándose por una u otra razón, nos
hace reflexionar sobre el destino de un territorio y como por
diferentes motivos un día cualquiera puede comenzar una nueva
historia para un lugar y para sus gentes. 

Por que la vida no suele
ser como la vemos o nos la cuentan por televisión. La vida sucede
cada día en las ciudades y en los pueblos. En sus calles, en sus
plazas. Sólo hay que asomarse un poco, observar y escuchar.

Cómo
los lugares pueden cambiar, para bien o para mal y casi siempre por
la intervención del hombre. Así fue como conocimos la historia del «Hombre que Plantaba Árboles», (en francés: L’homme qui plantait des
arbres), un cuento alegórico del autor francés Jean Giono,
publicado en 1953 que nos cuenta la historia de los esfuerzos de un pastor
para convertir un desolado valle en las estribaciones de los Alpes,
cerca de la Provenza, en un bosque a lo largo de la primera mitad del
siglo XX.
Un
bello y revelador relato que nos cuenta, por ejemplo, que todos
sembramos una semilla, cada día con cada acto. Este relato es un
ejemplo de lo que la dedicación, la disciplina y la entrega pueden
lograr.

Además, tras conocer esta historia nos damos cuenta de algunas otras cosas importantes como:

PARA QUE EL CARÁCTER DE UNA PERSONA NOS REVELE CUALIDADES VERDADERAMENTE EXCEPCIONALES, NECESITAREMOS LA BUENA SUERTE DE PODER OBSERVAR SUS HECHOS DURANTE MUCHOS AÑOS.
SI SUS HECHOS CARECEN DE EGOÍSMO, SI ESTÁN ORIENTADOS POR UNA IDEA DE GENEROSIDAD SIN PAR Y RESULTA INDUDABLE QUE NO HAN BUSCADO NINGUNA RECOMPENSA Y SI POR AÑADIDURA HAN DEJADO EN EL MUNDO SEÑALES PATENTES, NOS ENCONTRAREMOS SIN TEMOR A EQUIVOCARNOS ANTE UNA PERSONALIDAD INOLVIDABLE.

Las
semillas que plantamos son el símbolo de todas nuestras acciones,
buenas y malas, que tienen consecuencias de largo alcance y que
apenas podemos imaginar.

Nuestra
forma de pensar y de actuar de acuerdo con nuestras esperanzas de
futuro, deberían hacernos plantear la necesidad de dejar un mundo
más hermoso y prometedor que el que nosotros heredamos por que otros
vendrán después.
Ramiro también nos acompañó en en la mañana del jueves para descubrirnos el hermoso entorno natural
de Enciso y acercarnos hasta el abandonado pueblo de Garranzo que
curiosamente tenía un parecido asombroso con la historia que vimos
el anterior día del «Hombre que Plantaba Árboles» y el pueblo donde
se desarrollaba la historia.

Vista general de Garranzo




Otro de los talleres que desarrollamos fue el de diseño de bolsas y de camisetas. Básicamente se trata de decorar, a través de una técnica de impresión muy básica, una prenda de tela que en este caso fue o una bolsa o una camiseta.

Los resultados no suelen ser buenos a la primera, pero algunos lo consiguieron sin mucho esfuerzo


La noche también nos sirvió para pasar un rato divertido a través de la música y el baile. Para ello tuvimos con nosotros a Alberto Mera, compañero de «batallas musicales». Algunos y algunas pudieron mostrar sus auténticas dotes como «dancers»
Hay otro elemento que es consustancial a nuestras acciones y son los momentos en los que nos cuestionamos, educadores y educandos, elementos relacionados sobre la «salud comunitaria» de nuestro grupo. Lo hacemos de manera participativa utilizando diversas técnicas y casi siempre la lúdica está presente.

Hasta aquí el relato de parte de todo lo que hicimos durante esos tres días en los que, con la ayuda de las facilitadoras y los facilitadores juveniles, todo lo relacionado con la organización de los servicios generales (comidas, limpieza, orden) y la convivencia ha hecho que nuestro grupo compuesto por 36 jóvenes hayan podido disfrutar de un campamento en el que la amistad y la convivencia ha sido el elemento central.


CONOCE LA OPINIÓN DE ALGUNOS COMPAÑEROS SOBRE EL CAMPAMENTO